Se trata de la cifra más alta en tres meses, mientras que la interanual se ubica en +6.4%, frente al +6.5%.
El aumento se vio impulsado mayormente por el sector de la vivienda, que representó la mitad del índice. Los alimentos y la gasolina también contribuyeron a aumentar la presión sobre los precios.
La subida ilustra la persistencia de la inflación y podría impulsar a la Reserva Federal (FED) a continuar con su ciclo de endurecimiento monetario durante más tiempo que el esperado previamente.
Sin contar elementos volátiles como los alimentos y la gasolina, el índice subyacente subió un 0.4% intermensual, también en línea con las expectativas de los mercados.
Los mercados fluctúan tras la publicación del dato, pero mantienen ligeras ganancias. A las 8h41, hora del este de EE.UU., los futuros del S&P 500 subían un +0.30%, mientras que el Nasdaq 100 lo hacía en +0.34%. El contrato futuro de Dow Jones avanzaba un +0.45%.
En Estados Unidos, uno de los componentes que más explica la disminución de la inflación es el energético, pues el índice de precios de la gasolina ha mostrado inflaciones mensuales negativas en 5 de los últimos 7 meses, aunque no están libres de riesgos al alza.
Además, la baja inflación de este mes también se relaciona con la alta base de comparación respecto a los niveles que se registraron un año atrás y vale señalar que aún está lejos del objetivo del banco central de ese país que es 2%.