Con la protección del desarrollo de la especie se garantiza una producción sostenible con mejores volúmenes de extracción y mayor valor comercial.
El año pasado se llevaron a cabo dos vedas de este tipo, la primera fue en mayo con el objetivo de asegurar el periodo de mayor reproducción, y la otra se hizo en octubre con el propósito de fomentar el crecimiento del camarón marino y de los ecosistemas donde habitan, a fin de asegurar su recuperación y sostenibilidad.
Esta es una acción que restringe únicamente la extracción de camarón marino. Sin embargo, las otras actividades pesqueras podrán continuar con normalidad.
En cuanto a la comercialización, los supermercados, restaurantes, hoteles, comerciantes mayoristas, importadores y exportadores de productos pesqueros deberán presentar su inventario de producto.
Ante cualquier extracción y comercio ilegal de camarón de mar, la población podrá denunciar en cualquiera de las oficinas del Centro de Desarrollo de la Pesca y la Acuicultura (CENDEPESCA).
La Policía Nacional Civil (PNC) y la Fuerza Naval tendrán una vigilancia constante, con patrullaje para controlar el contrabando de camarón marino, que puede ser penado con 4 años de cárcel. Por lo tanto, el Gobierno reitera el llamado a las personas que se abstengan de extraer esta especie mientras dure la veda.
Con esta medida también se contribuye a cuidar uno de los pilares económicos de El Salvador, con la generación de más de 35,000 empleos distribuidos entre la pesca industrial y artesanal, la acuicultura de camarones, los maquiladores, comerciantes internos y exportadores.