La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) decidió mantener sin cambios su tasa de interés de referencia en su reunión de política monetaria de esta semana. Esta decisión se da en un contexto de crecimiento económico sólido y una inflación que ha mostrado mayor persistencia de la esperada, lo que ha llevado a los funcionarios a reconsiderar el ritmo de los recortes de tasas.
Desde septiembre, la Fed ha realizado tres reducciones consecutivas, disminuyendo su tasa en un punto porcentual completo. Actualmente, el rango objetivo se sitúa entre el 4.25% y el 4.5%. Sin embargo, las recientes cifras económicas han mostrado un mercado laboral estable y señales de que la inflación aún no está completamente bajo control, lo que ha llevado a una pausa en los recortes.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, junto con otros miembros del organismo, ha enfatizado la necesidad de evaluar con mayor cautela la evolución económica antes de realizar más ajustes en las tasas. Además, han señalado que el impacto de las políticas del presidente Donald Trump en la economía debe ser analizado detenidamente para evitar medidas precipitadas.
La decisión de mantener estables las tasas se produce días después de que Trump expresara su deseo de tasas más bajas. No obstante, la Fed ha insistido en su independencia y en la importancia de tomar decisiones basadas en datos económicos, más allá de presiones políticas.
Si bien algunos analistas esperaban nuevos recortes en los próximos meses, la postura de la Fed sugiere que cualquier reducción futura dependerá de la evolución de la inflación y el crecimiento económico. Con un panorama aún incierto, los mercados seguirán atentos a las señales que envíe el banco central en sus próximas reuniones.