La nación refuerza sus lazos con el sector privado para dinamizar la reintegración laboral de personas retornadas. Esta estrategia busca impulsar la economía y ofrecer nuevas oportunidades. Gracias a un acuerdo entre el Ministerio de Relaciones Exteriores, GIZ y ASI, se creó un programa de formación. Este permitió la inserción de migrantes retornados al mercado, mediante empleo formal, emprendimiento o autoempleo.

En una fase inicial, los participantes fueron capacitados como cajeros o auxiliares de bodega. La intermediación laboral con empresas privadas facilitó su acceso a puestos de trabajo.

La iniciativa cuenta también con el apoyo del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), a través de SISCA. Esto subraya el compromiso regional con la integración social y económica.
Se implementó la estrategia FOME (Formación a la Medida de la Empresa). Esta metodología, con currículos diseñados junto a empresas, asegura una mayor empleabilidad.

De esta experiencia surge PROLAB, un protocolo para la reintegración laboral. Este instrumento busca fortalecer la coordinación entre entidades, facilitando el acceso a empleos.

PROLAB beneficia a retornados con oportunidades y a empresas con personal capacitado. La directora María Elena Beltrán destacó la institucionalización de la coordinación, bajo un enfoque de derechos humanos.


El Presidente de ASI, Jorge Salvador Arriaza, resaltó la importancia del talento humano. Felicitó al Ministerio de Relaciones Exteriores por su labor en la reintegración de retornados a la vida productiva del país.