Área de acción #1: Adoptar una gestión fiscal procrecimiento: La política y la gestión fiscal de los países de ALC se ha caracterizado por ser procíclica, exacerbando ambientes macroeconómicos volátiles. Además, el gasto público suele presentar una baja calidad y eficiencia, y existen numerosas ineficiencias en la política y gestión de ingresos.
#2: Potenciar el impacto redistributivo de la política y gestión fiscal: El nivel de la desigualdad de ingresos para un país promedio de América Latina, medido a través del coeficiente de Gini, es de 0.48, mayor a otros países emergentes donde este promedio es de 0,38. Una de las razones por las cuales la desigualdad es tan elevada en la región es el diseño y gestión de los sistemas de transferencias y el sistema tributario, los cuales tienen un bajo poder redistributivo.
#3: Promover la sostenibilidad fiscal: El nivel de endeudamiento promedio de ALC ha aumentado rápidamente durante la pandemia. De acuerdo con nuestro estudio insignia lanzado este año, “Lidiar con Deuda”, la deuda pública llegó a superar el 70% del PIB en promedio en la región. Debido a los altos niveles de endeudamiento público, muchos países están en proceso de consolidación fiscal para reducir el riesgo de insolvencia.
#4: Construir una gestión fiscal verde: Los ministerios de finanzas pueden desempeñar un rol clave en la implementación de políticas fiscales, que no solamente ayuden a gestionar los riesgos asociados al cambio climático sino que también puedan promover, a través de la tributación y del gasto público.