Esto significa que las autoridades salvadoreñas realizaron importantes amortizaciones de bonos globales a principios de año que correspondían a US$800 millones en eurobonos con vencimiento en enero 2023, así como otros US$800 millones para el año 2025.
Lo que ha contribuido a tal mejora es tanto por la recaudación de impuestos como a la mejora de las cuentas fiscales en general.
En ese sentido, la agencia JP Morgan, explicó recientemente que los datos han sido generalmente optimistas en los últimos meses en El Salvador, mostrando desinflación, comportamiento positivo de las cuentas fiscales y, más recientemente, crecientes signos de aceleración en la economía.
El promedio del Producto Interno Bruto (PIB) de mayo de esta semana aumentó un 1.8%, colocando a la economía en el camino de un crecimiento anual cercano al 9% trimestral en 20% después de un sólido registro del 3.4% en el primer trimestre.
La agencia explica que están revisando la previsión de crecimiento para el año al 3.9% anual desde poco menos del 2.5%.
Además, la calificadora de riesgo Fitch Ratings dio a conocer en su último informe la mejora en la nota crediticia de El Salvador, mejorando tres escalones desde CC a CCC+, debido a los avances en la estrategia de manejo de deuda, el incremento en la recaudación tributaria y el impulso a la economía nacional.
EMBI (Emerging Markets Bonds Index) es la diferencia de tasa de interés que pagan los bonos denominados en dólares, emitidos por países en desarrollo comparado con los Bonos del Tesoro de Estados Unidos, que se consideran “libres” de riesgo. Es el principal indicador de riesgo país.