Es habitual que un Estado pida dinero prestado cuando sus ingresos no son suficientes para alcanzar sus necesidades presupuestarias, esto crea una deuda que se debe ir abonando, para poder saldarla y poder acceder a más préstamos.
El aumento de la deuda en este 2024 se atribuye principalmente a las extraordinarias medidas financieras aplicadas por los gobiernos para apoyar la economía durante la crisis del Covid 19 y las recientes crisis geopolíticas a nivel mundial.
Sin embargo, estas medidas también han puesto de manifiesto las vulnerabilidades financieras, ya que el aumento de las tasas de interés está incrementando los costos de los préstamos y ejerciendo presión sobre las finanzas públicas.
Aunque algunos gobiernos han empezado a bajar las tasas de interés a medida que disminuye la inflación, se prevé que los niveles generales de deuda sigan siendo significativos en todas las regiones del mundo.
Para 2028, el FMI predice que la deuda pública mundial superará el 100% del PIB, alcanzando niveles sólo observados durante la pandemia.