Este importante logro ambiental fortalece y reafirma el compromiso de Kimberly-Clark con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que promueve la Organización de las Naciones Unidas (ONU); específicamente con el #6: Agua y Saneamiento para el 2030.

También, con las metas ambientales que tiene la compañía a nivel mundial.

Un referente a nivel mundial Kimberly-Clark El Salvador tiene el objetivo de ser un referente, a nivel mundial dentro de la compañía, en el uso eficiente del agua en su operación. En la actualidad, la planta tiene el indicador de consumo de agua más bajo en la región norte de Latinoamérica; además, invierte US$1.7 millones anuales para minimizar su huella a través de cada iniciativa.

Según comentó Sandro De Ponte, líder de la planta para Kimberly-Clark El Salvador, la reutilización del agua en diferentes procesos es un ejemplo de buena práctica ambiental.

“Actualmente un 89% del agua que proviene desde la planta de tratamiento se reutiliza y nos permite minimizar la demanda de nuevas fuentes y ser más eficientes”, concretó De Ponte.

Como aporte también al Objetivo de Desarrollo Sostenible #12, “Producción y Consumo Responsables”, la planta de Sitio del Niño recicla alrededor de 20.000 toneladas de papel al año, las cuales se incorporan como materia prima para la fabricación de nuevos productos y favorece el modelo de economía circular de la compañía.

Adicionalmente, se ha iniciado el proceso de inclusión de plástico post- consumo (PCR) en sus empaques.

Eficiencia hídrica

Kimberly-Clark El Salvador es un ejemplo de eficiencia del agua en su planta en Sitio del Niño - zona declarada con estrés hídrico en el país-, como parte de sus esfuerzos por preservar este líquido.

Desde el 2015, las acciones están enfocadas en minimizar el consumo de agua mediante una serie de iniciativas, en las que destacan el compromiso y el empoderamiento de los colaboradores.

La metodología conocida como “Lean Agua”, que emplea tecnología de punta, permite a la planta hacer una gestión eficiente de este recurso, pues monitorea y mide el desempeño sobre el consumo de este líquido de manera sostenida en el tiempo. También, brinda visibilidad de los procesos para la toma de decisiones y administrarlos eficientemente.

Los colaboradores reciben constantemente capacitaciones y reconocimientos que los motivan a alcanzar nuevas metas y objetivos. “Desarrollamos con éxito en nuestra planta una cultura organizacional en donde hoy la comunicación fluida, el empoderamiento, el compromiso y la gestión de desempeño son una realidad”, comentó Susana Sierra, coordinadora ambiental de Kimberly-Clark en El Salvador.

En el 2022, Kimberly-Clark continuará sumando iniciativas que le permitan alcanzar su meta de convertirse en un referente a nivel mundial en eficiencia hídrica en El Salvador.