Esta reducción se debe a políticas monetarias estrictas y a la disminución de las presiones sobre los precios de bienes y energía. La inflación subyacente de los precios de los bienes en general ha caído de manera constante, pero la inflación de los precios de los servicios ha sido más rígida y se mantiene muy por encima de los promedios previos a la pandemia en la mayoría de los países, no obstante, se espera una leve reducción en 2025.
La OCDE también proyecta un crecimiento económico mundial del 3% para 2025, proyectando un crecimiento del Producto Interno Bruto Mundial de 3.2%, impulsado por el fortalecimiento de los ingresos reales y la mejora en la confianza empresarial y del consumidor.
Además, la institución proyecta que la tasa de desempleo será de 5.0%. Esta proyección refleja una leve disminución en comparación con años anteriores, lo que indica una recuperación gradual del mercado laboral tras los desafíos económicos recientes.
La inflación subyacente de los precios de los bienes en general ha caído de manera constante, pero la inflación de los precios de los servicios ha sido más rígida y se mantiene muy por encima de los promedios previos a la pandemia en la mayoría de los países.