Entretenimiento: Generalmente relacionada con productos o servicios de los que se puede prescindir o contratar en conjunto con otras personas, por ejemplo: plataformas de streaming de video o música, los paquetes de telefonía móvil.
Gastos familiares: También existen algunos gastos altos en los paseos familiares que son posibles de evitar. Por ejemplo, los pagos de desayunos, almuerzos y snacks en un viaje corto pueden resultar costosos para una familia de más de tres integrantes.
Sin embargo, este dinero se puede ahorrar llevando comida de casa y bocadillos saludables comprados previamente.
Compras online: “La clave está en realizar las compras necesarias y de productos de primera necesidad en una sola tienda virtual. Así se paga una sola tarifa por los gastos de envío y comisiones. Además, se pueden reducir los pedidos a restaurantes.
Gastos impulsivos: Aquí entran situaciones como la compra de golosinas o prendas de vestir que no son necesarias.
Gastos por descuidos: “Estos responden a situaciones que se pueden evitar pero que al no ser así generan pérdidas económicas”, indica la especialista Arellano. Por ejemplo, atrasos en el pago de las tarjetas de crédito o multas de tránsito.