En este sentido, las características del sistema de pensiones tras la reforma recientemente promulgada según el FMI deberían evaluarse periódicamente sobre la base de un nuevo estudio actuarial independiente.
Concretamente, el aumento del 30% de los derechos de pensión acelerará las disminuciones de fondos de las cuentas de capitalización y, probablemente, se traducirá en mayores pasivos del Gobierno Central a mediano plazo.
Del mismo modo, aunque el canje de deuda propuesto entre los antiguos bonos emitidos por el Fideicomiso de Obligaciones Provisionales (FOP) y los nuevos bonos emitidos por el Instituto Salvadoreño de Pensiones (ISP) podría proporcionar cierto alivio temporal de caja al gobierno, reduciría los fondos disponibles para la inversión privada y acentuaría la concentración de fondos en títulos del sector público.
Importantemente, la reforma podría crear grandes pasivos contingentes, ya que la nueva ley concede una garantía pública general para todos los derechos relacionados con las pensiones.