Las cuentas desordenadas en una persona sin adicción obedecen a que la persona no conoce sus hábitos de consumo, no ha revisado los números. He aquí algunos consejos que los expertos dan:
Use una libreta y anote sus gastos: a diario cada gasto que tenga por insignificante que parezca. Cree categorías (alimentación, ocio, vivienda, ropa, suministros, vehículo…) y calcula los totales. Así conseguirás estructurar tus gastos para determinar cuáles son innecesarios.
Evite los gastos pequeños: Ningún gasto es pequeño. Cuántas veces evitas comprar un artículo de US$20 para ahorrar, y de pronto se encuentra con otro artículo de US$10 que está en promoción a mitad de precio y lo compras.
Las agencias de marketing saben “lo importante para el cliente no es cuánto cuesta, sino cuánto se ahorra”. Es un truco que se usa para engañar a la mente humana haciéndole creer que es un gasto “pequeño”, cuando no lo es.
Compare el precio de los artículos: Cuando en efecto necesitas comprar algo debes por lo menos tener tres cotizaciones distintas de aquello que vas a comprar.
No lleve dinero de más: Trata de llevar el dinero justo y necesario para pasar el día. El hecho de llevar más dinero podría llevarte a una compra impulsiva.
Pague más del mínimo: Si paga solo el mínimo en la tarjeta de crédito se expone a altos intereses. Pueden pasar años antes de que pagues todo el saldo si dejas que se acumule.