1-Sepa en dónde está su dinero

Más de una vez, al hacer un retiro de efectivo en un cajero automático, un familiar o amigo comenta sorprendido la cantidad de dinero que tiene o que le falta en su cuenta bancaria. A veces sucede porque simplemente no ha querido saber hasta ese momento qué está haciendo con su dinero o solo por despreocupación. Si esa persona se tomara un minuto al día para revisar sus cuentas, sus transacciones recientes y el progreso que requiere hacia sus objetivos financieros, tendría información suficiente para evitar sorpresas y saber dónde se encuentra financieramente hablando.

2-Configure su ahorro automático

La mayoría de personas posterga su decisión de ahorro porque no tiene tiempo de ir al banco o porque gasta el dinero excedente en otra cosa.  Por eso, bancos como BBVA Continental permiten ahora programar automáticamente los ahorros por objetivos. Es una de las maneras más fáciles de ayudar a que el dinero crezca. Es solo cuestión de entrar a la banca por internet o banca móvil y programar sus ahorros. Comenzar con un 1% o 2% de los ingresos no está mal. Lo más importante es iniciar el hábito.

3-Diseñe una creencia en relación al gasto

Adoptar una creencia personal puede ayudarnos también en los ámbitos de las finanzas. Se puede empezar pensando en un hábito de gasto que se quisiera cambiar, como por ejemplo, los S/ 10 que se gasta en el café todas las mañanas. Ahora, el lema a crear tiene que tener la misión de combatir este hábito; por ejemplo, “solo compro café si tengo todas mis deudas de tarjetas de crédito pagadas”. Esta lema o creencia se puede anotar y llevar consigo, ya sea como un aviso en el escritorio o como fondo de pantalla en el celular.

4-Comparta su objetivo de dinero con un amigo

Algunas personas prefieren no contar sus grandes objetivos o sueños por temor a no cumplirlos y fallar públicamente. Pero según una investigación de la Universidad Dominicana de California, las personas que escriben sus metas y se la cuentan a un amigo dándole actualizaciones semanales, tienen un 33% más de probabilidades de cumplirlas. Por eso, establecerse una meta económica y contarla puede sumar a cumplir el propósito.