Si en el trabajo, ya no se rinde igual y empiezan a surgir continuamente preguntas sobre cómo se va a enfrentar el estrés financiero lo mejor es tomar algunas medidas.
1- hay que tomar un respiro profundo, para luego identificar si se tiene algunos de los siguientes síntomas de estrés laboral: ¿Hay más discusiones con el cónyuge o con familiares más a menudo, sean o no sean discusiones relacionadas con el dinero? ¿Hay más dolores de cabeza o ataques de pánico recientemente? ¿Se están ocultando facturas y recibos de los demás familiares para que no se den cuenta de la situación financiera?
Así mismo hay que preguntarse si ¿hay dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido por la noche? ¿Se está estresado al comer, es decir, se han cambiado sus hábitos alimenticios y se está recurriendo más a la comodidad de la comida chatarra? Y finalmente ¿hay problemas para concentrarse en el trabajo?
Si se han identificado algunos de los síntomas anteriores entonces hay que tratar cualquier síntoma físico de estrés atendiendo indicaciones como: Comer bien ya que así se ganará más energía; también se puede comenzar a cocinar más en casa, para ahorrar dinero e poder conversar más con la familia.
2- Hay que abordar la carga emocional con las palabras, por lo que es importante hablar con alguien para sacar cosas de que estén afectando el pensamiento constantemente. A menudo es la forma más fácil de enfrentar el estrés financiero y comenzar a sentirse mejor, además que se libera presión.
Finalmente hay que ser realista con las finanzas, mientras la situación no sea tan grave y la salud física no se ha empezado a ver comprometida se puede comenzar a trabajar para remediar la causa del estrés buscando también ayuda profesional, internet está lleno de consejos que pueden servir a corto plazo.