Según la Organización de las Naciones Unidas, cuando se desperdician alimentos, también se malgastan las tierras donde se produjeron estos recursos, además del agua, mano de obra, energía eléctrica y combustibles.

La seguridad alimentaria también se ve comprometida a largo plazo, ya que con la afectación a los sistemas de producción los precios de la canasta básica tienden a subir lo que afecta a los bolsillos de la población que ven cómo se van limitando sus opciones de comprar suministros para poder comer.

Otro problema que se crea con la basura orgánica es la creación de gas de efecto invernadero, el cual se genera cuando los desechos orgánicos son arrojados en vertederos a cielo abierto, los cuales con el paso del tiempo empiezan a soltar los gases a la atmósfera, afectando al medio ambiente y por consecuencia al equilibrio del planeta.

Algunos consejos para evitar desperdiciar comida son:  

1: Comprar solo lo que se necesita

2: Llevar dietas sanas

3: Almacenar los alimentos adecuadamente

4: Elegir las frutas y verduras feas que la gente no toma en cuenta

5: Reducir lo más que se pueda el uso del agua