Lunes, 28 Febrero 2022 16:50

Cinco razones por que la COP26 es importante para los ministerios de economía de ALC

Escrito por Evelyn Alas

Los ministros de finanzas pueden desempeñar un papel más importante para ayudar a hacer realidad estos resultados de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), existen cinco áreas clave en las que estos ministerios pueden apoyar la implementación de lo acordado para ayudar a los países de América Latina y el Caribe a convertir sus compromisos en acciones concretas. 

1-Los ministerios de finanzas deben participar en el proceso para fortalecer los compromisos de reducción de emisiones hasta 2030 antes que finalice el 2022

Las emisiones de América Latina y el Caribe pueden parecer modestas ya que representan el 10 % del total mundial, pero la región sigue desempeñando un papel importante para reducir las emisiones.

El compromiso de los ministerios de finanzas es fundamental, ya que la acción climática también consiste en mejorar la toma de decisiones y el gobierno efectivo para generar una mayor prosperidad. Aprovechando su función clave en la coordinación de las políticas gubernamentales, los ministerios de finanzas pueden trabajar con sus homólogos para adaptar los planes de desarrollo a los objetivos climáticos. Los ministerios de finanzas también pueden desempeñar un papel central para incluir inversiones climáticas en los presupuestos nacionales y evitar el financiamiento de inversiones intensivas en carbono, las cuales socavan los objetivos de París.

2. A pesar de la escasez de recursos financieros, los ministerios de finanzas pueden desempeñar un papel importante en la promoción de instrumentos financieros para la acción climática

Estos pueden liderar el desarrollo de sistemas de inversión pública sostenible necesarios para desbloquear la inversión en infraestructura sostenible.

En segundo lugar, estos ministerios pueden liderar el desarrollo de sistemas de inversión pública sostenible necesarios para desbloquear la inversión en infraestructura sostenible. Esto podría implicar establecer incentivos e implementar reformas regulatorias que reduzcan las barreras a la inversión pública y privada. 

3. En la COP26 se adoptó por primera vez una decisión dirigida explícitamente a los combustibles fósiles, en la que se solicitaba la “reducción gradual del carbón no abatido” y la “eliminación gradual” de los subsidios “ineficientes” a los combustibles fósiles, al mismo tiempo que se apoya una transición justa.

La transición para alejarse de los combustibles fósiles presenta un riesgo fiscal y económico significativo para aquellos países de América Latina y el Caribe que dependen de los ingresos de los combustibles fósiles. Para mantener vivo el objetivo de 1,5 grados, la producción de petróleo de nuestra región necesita disminuir a menos de 4 millones de barriles por día para 2035, un 60 % menos que los niveles previos a la pandemia. Esta reducción en la producción podría generar que los exportadores de petróleo regionales pierdan alrededor de $2,600 billones en ingresos fiscales para 2035 si se toman medidas fuertes para el cambio climático.

4- Pueden ayudar a los países a aprovechar los mecanismos de los mercados y hacerlos más efectivos

Después de años de arduas negociaciones, los países llegaron a un acuerdo sobre el artículo 6 del Acuerdo de París, que cubre la cooperación internacional, incluidos los mercados de carbono. Respecto de los mercados, el artículo 6.2 cubre las acciones bilaterales para reducir o eliminar las emisiones a través de resultados de mitigación de transferencias internacionales (ITMO) entre dos países. Por ejemplo, los países podrían vincular sus esquemas de comercio de derechos de emisión o comprar compensaciones para lograr sus objetivos de reducción de emisiones incluidas en sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC). 

5. Los ministerios de finanzas pueden fortalecer las medidas de adaptación a fenómenos climáticos extremos

La COP26 acordó un programa de trabajo para hacer operativo el Objetivo Global de Adaptación y abordar la falta de financiamiento para la adaptación.

Los ministerios de finanzas de la región ya están haciendo aportes a la agenda de adaptación. Colombia, Costa Rica y El Salvador han incorporado los riesgos de fenómenos climáticos extremos en su programación fiscal a mediano plazo. Sin embargo, como una de las regiones más vulnerables del mundo a los impactos climáticos, los países de América Latina y el Caribe enfrentan grandes desafíos.