Jueves, 07 Abril 2022 16:40

ADES presentó la situación actual del contrabando de tabaco en El Salvador, que representa pérdidas de US$25.6 millones en impuestos

Escrito por Evelyn Alas

La Asociación de Distribuidores de El Salvador (ADES) presentó una radiografía sobre la situación actual del contrabando de tabaco en El Salvador.

Pese a la lucha de las autoridades estatales y el sector industrial contra esta actividad ilícita, en el país circulan varias marcas de tabaco que ingresan de manera ilegal al territorio golpeando fuertemente al sector formal y poniendo en riesgo la seguridad y salud de los salvadoreños.

La marca ilícita de origen chino, “Modern FF”, es la que mayor inmersión tiene en el mercado de cigarros de El Salvador, le sigue la otra marca china “Silver Elephant” y las marcas coreanas “Time, Pine, Esse Change, Pine Change y THIS” que son producidas por la quinta tabacalera más grande del mundo KT&G y que ingresan de forma ilegal al territorio nacional.

Los productos de contrabando son los más vendidos en El Salvador debido a su bajo precio y disponibilidad en los puntos de venta, ya que estos a diferencia de la industria legal, no pagan impuestos, ni cumplen con la legislación nacional. Las áreas más afectadas y con mayor concentración de producto son San Salvador, Santa Ana, San Miguel y La Libertad.

Un estudio reciente revela que el contrabando de cigarros en el mercado salvadoreño representa un 37.1%, es decir que, de cada 10 cigarros que se consumen, 4 son de forma ilícita.

La marca legal más barata en el mercado se vende a USD$2.20, mientras que las marcas ilegales se venden a tan solo un USD$1.00, habiendo más de un 100% de diferencia en el precio. Esto constituye competencia desleal que afecta a la industria legal y al Estado salvadoreño.

El contrabando de tabaco impacta a la sociedad en cuatro aspectos: reducción en la recaudación tributaria, a la salud de los consumidores con productos que no cumplen con las normas de calidad y etiquetado, afecta la cultura de legalidad del país, y fortalece a las organizaciones criminales al proveer recursos financieros

La información de La Organización International de Policía Criminal INTERPOL (por sus siglas en Ingles) y a otros organismos internacionales que señalan que el contrabando de cigarros “no es un delito menor” y que es parte de una red mayor que tiene vínculos al crimen organizado.

Lo anterior coincide con un informe de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), en El Salvador el contrabando de tabaco facilita el financiamiento de grupos delictivos como por ejemplo las maras e incrementa la inseguridad ciudadana.

Diversos estudios documentan que el contrabando de cigarrillos ilícitos financia actividades de las pandillas de El Salvador, conocidas como “maras”, y de grupos narcotraficantes de Belice.

Además, organizaciones criminales presentes en Panamá (específicamente en Zona Libre de Colón), utilizan esquemas de trasiego para enviar producto con destino final a El Salvador. De acuerdo con especialistas, las pandillas utilizan los fondos que reciben para comprar armas, vehículos e inmuebles.

Sin estándares de producción

En relación al aspecto de salud, el impacto del contrabando de tabaco en el país es significativo, estos productos no cuentan con los estándares de producción, importación y distribución que los productores legales cumplen, en ocasiones presentan deficiencias en la calidad del producto, por ejemplo: presencia de huevos de insectos y restos de material distintos al tabaco.

Además, el crecimiento del mercado de tabaco ilícito socava la salud pública, puesto que productos de contrabando son más baratos y promueven el inicio y el consumo, a la vez que los que venden estos productos no restringen su venta a los consumidores adultos.

El aumentar los impuestos a los productos legales hará que el crecimiento del comercio ilícito se vea favorecido.

La ruta

El contrabando de cigarros que llega a El Salvador se origina en China, Corea, India, entre otros e ingresa a la región centroamericana a través de zonas libres de impuestos como Colón en Panamá y la de Corozal en Belice.

  • Belice abastece a Guatemala, Honduras y El Salvador; y
  • Panamá, desde donde se mueve el producto a Costa Rica y Nicaragua, pero también al resto de la región.

Golpe a las arcas del Estado

En 2014, un estudio de la firma CID Gallup “Del contrabando hormiga a un elefante en el mercado”, indica que los países de Centroamérica dejaron de percibir por impuestos al menos US$113,6 millones debido a los cigarros ilegales en 2014. Y esta tendencia se mantiene cada año. En El Salvador, esta actividad ilícita provocó que el Estado deje de percibir 25.6 millones de impuestos al año.

En el 2018, el estudio “Proyecto EOS de KPMG”1 reveló que el 22% de los cigarros consumidos en América Latina y Canadá eran ilegales y representó una pérdida de recaudación de impuestos de USD$6,000 millones por el consumo ilegal.

El contrabando de cigarrillos en El Salvador tiene solución y es posible reducir el contrabando de cigarrillos a través de múltiples acciones, y así menguar los efectos negativos generados a la sociedad. No obstante, la solución a esta problemática no deriva de una única acción, sino más bien de un conjunto de acciones encaminadas a combatir el comercio ilícito, a partir de las características propias de la situación en El Salvador y el involucramiento de todos los actores públicos y privados interesados.

Esta información estuvo a cargo de la directora ejecutiva de la Asociación de Distribuidores de El Salvador (ADES), Blanca Alicia Roque y el coronel Carlos Armando Avilés, consultor de seguridad de ADES. Por parte de British American Tobacco, John Stephen Padgett, gerente de Anti ilícito para Centroamérica y Alejandra Castellanos Chavarría, gerente legal de Asuntos Corporativos para Guatemala y El Salvador; y en representación de la empresa tabacalera Philp Morris Internacional, Gianela Rivas, responsable de Prevención de Comercio Ilícito para Centroamérica y el Caribe.