El estudio económico publicado esta semana indica que, por ello, es indispensable lograr una adecuada coordinación y complementariedad entre las políticas fiscal, monetaria y macroprudencial cambiaria, y de estas con las politicas sectoriales, articulando los instrumentos de los que cada una de las economías de la región dispone.
En 2021, el producto interno bruto (PIB) de los países de Centroamérica y la República Dominicana (CARD) reportó una tasa de crecimiento real promedio del 10.8%, la mayor en varias décadas, después de la profunda contracción del 7.4% registrada en 2020, a consecuencia de las medidas tomadas para enfrentar la pandemia por la covid-19.
La CEPAL estima que en 2022 las economías de CARD tendrán un crecimiento ponderado del 4.5%, ligeramente inferior al 4.9% proyectado a principios de año, debido principalmente a las políticas monetarias restrictivas implementadas para contener la inflación, al menor crecimiento de los Estados Unidos que es su principal socio comercial y a la persistencia de altos precios de las materias primas, que incidirán sobre los términos de intercambio.
Pese a que el crecimiento promedio de CARD sería menor al registrado en 2021, se ubicaría muy por arriba del promedio América Latina y el Caribe (2.7%). Según las proyecciones para cierre de año, Panamá observaría nuevamente la mayor tasa de crecimiento (7.4%) y la menor se registraría en El Salvador.