1-Volatilidad, riesgo y oportunidad: En el mercado financiero la volatilidad está asociada a asumir un riesgo en las inversiones. Mientras más variable sea la inversión, más violentos son los movimientos de precios y más inciertas las cotizaciones futuras. Esto claramente implica mayor riesgo para el inversor.

En un contexto de comercialización de mediano plazo, en un aumento de la volatilidad generalmente requiere tomar riesgo de inversión más pequeños y con movimientos más tranquilos.

El criterio más importante de gestión de riesgo en operaciones de corto plazo es limitar la máxima pérdida de dinero posible. Un parámetro bastante básico y saludable es que la máxima pérdida no supere un 1% del total del capital disponible.

2-Capitalizando la volatilidad en el mercado de opciones: Los mercados de opciones ofrecen grandes ventajas en tiempos de volatilidad. Una opción es un contrato que le da al comprador de dicho contrato el derecho, no la obligación, de comprar o vender un activo a un precio determinado durante un período de tiempo preestablecido.

El precio de un contrato de opciones depende de una gran cantidad de variables, y una de las más importantes es la volatilidad del activo subyacente.

Por ejemplo, cuando el mercado se encuentra en alta volatilidad las personas tienen la oportunidad comprar las acciones con un mayor porcentaje de ganancia, es decir: si compran una acción de Wendys a US$50 y el mercado le ofrece US$20 más por la adquisición es una buena oportunidad para tomar ese riesgo.