En la ponencia se compartió que el desarrollo urbano sostenible en cumplimiento de la Agenda 2030 es un compromiso global para transformar las ciudades en entornos más inclusivos, seguros y respetuosos con el medio ambiente. Este enfoque implica abordar una amplia gama de desafíos, desde la pobreza urbana hasta la gestión de los recursos naturales y la mitigación del cambio climático.
Se destacó, la importancia de garantizar un acceso equitativo a servicios básicos como agua potable, energía y saneamiento para todos los habitantes urbanos. Esto no solo mejora la calidad de vida, sino que también reduce las desigualdades sociales y promueve la inclusión.
Otro aspecto crucial es la gestión eficiente de los recursos naturales, incluyendo la preservación de espacios verdes, la protección de ecosistemas urbanos y la adopción de prácticas de construcción y planificación que minimicen el impacto ambiental.
Además, se enfatizó la importancia de reducir la huella ecológica de las ciudades, promoviendo la eficiencia energética, el uso de energías renovables y la implementación de políticas de gestión de residuos que fomenten el reciclaje y la reutilización.
El desarrollo urbano sostenible también implica abordar la segregación socioeconómica, promoviendo la integración de diferentes grupos sociales y la creación de comunidades más cohesionadas y equitativas.
La participación gubernamental, empresarial y ciudadana juega un papel fundamental en este proceso, ya que permite que los habitantes urbanos contribuyan activamente en la toma de decisiones y en la implementación de políticas y proyectos que intervengan en la sociedad en general.
El desarrollo urbano sostenible en cumplimiento de la Agenda 2030 es un enfoque integral que busca transformar las ciudades en lugares más habitables, justos y sostenibles para las generaciones presentes y futuras. Requiere de una acción coordinada y colaborativa a nivel local, nacional e internacional para lograr sus objetivos.