El 60% del alza, vino atribuido al aumento de los precios de la vivienda y la gasolina, y el índice de precios de la energía creció un 2.3% respecto a enero, mientras que el precio de los alimentos se mantuvo casi sin cambios, según informó el Buró de Estadísticas Laborales (BLS).
Con la inflación que ha tenido EE.UU. cerró la puerta a la posibilidad de un recorte de las tasas de interés de la Reserva Federal antes de junio, y algunos operadores y analistas apuestan a que los banqueros centrales podrían tener que esperar aún más.
Las autoridades de la Fed se reunirán la próxima semana y se espera que dejen la tasa de política monetaria en su rango actual de 5.25%-5.5%, donde ha estado desde julio pasado.
Hasta hace poco se había especulado que aún podría producirse un recorte de tasas en su próxima reunión del 30 de abril al 1 de mayo si la inflación, que descendió rápidamente el año pasado y luego saltó en enero, retoma su camino hacia la meta del 2%.
El índice de precios subyacente, sin contar a los alimentos y la gasolina, aumentó un 0.4% en febrero frente a enero, al mismo ritmo que el mes anterior.
Otras partidas que registraron incrementos en febrero fueron los billetes de avión, los seguros de vehículo, ropa y entretenimiento, mientras que en las bajadas se situaron los bienes de cuidado personal y mobiliario.
La inflación interanual subyacente, que no incluye los precios de alimentos ni energía por su volatilidad se situó en el 3.8%, mientras que los precios de la energía disminuyeron un 1.9% interanual y los alimentos registraron un aumento del 2.2%.