Entre estas medidas están la suspensión por tres meses del impuesto del Fondo de Estabilización para el Fomento Económico (FEFE) y el de la Contribución al Transporte (COTRANS).
Otra de las medidas que logró contener el incremento de precios fue la suspensión, por un año, de aranceles de importación a 20 productos básicos de la canasta básica alimentaria, como aceite y mantecas, arroz, azúcar, cebollas, chiles, fertilizante, frijol negro y rojo, harina de maíz, trigo, leche, maíz amarillo, maíz blanco, naranjas, papas, plátanos, repollo, tomates, trigo, cereal y alimentos para animales.
El Mandatario también anunció que se mantendría el subsidio al gas propano, que para los cilindros de 25 libras sigue siendo de US$8.04, y que beneficia a más de un millón de hogares salvadoreños.
Además, se comprometió a absorber el incremento de precios internacionales de gas, gracias a lo cual nuestro país mantiene el precio más bajo en la región, con lo que se sigue beneficiando la economía doméstica de familias de escasos recursos económicos. Simultáneamente, se implementó un despliegue de equipos de la Defensoría del Consumidor, de la Dirección de Minas e Hidrocarburos para inspeccionar gasolineras y embarcaciones que traen al país los combustibles importados, a fin de garantizar el cumplimiento de la eliminación del FEFE y el COTRANS.
También se mantuvo el pasaje del transporte público y se agilizaron las autorizaciones para importar productos alimenticios; además, a partir del 5 de abril se estableció mantener un precio máximo a los combustibles, con lo que se evitó el encarecimiento de los productos de la canasta básica, ya que ello permitió que no se incrementara el costo de los fletes.
Gracias a estas y otras medidas tomadas oportunamente por el Gobierno Central, El Salvador mantiene la segunda inflación más baja de la región, que para febrero fue de 6.89 %, por debajo de Honduras con 9.8%, Guatemala 9.9% y la de Nicaragua que está arriba del 10 %.