Lunes, 19 Febrero 2024 19:12

50 mil productores pretende capacitar el programa "RECLIMA" de la FAO y Green Climate Fund

Escrito por Karla Gutiérrez

Las mejoras en la calidad de vida de un grupo de agricultores y sus familias en Nueva Guadalupe, San Miguel, que son beneficiarios de la iniciativa RECLIMA, fueron conocidas de primera mano por la ministra de Relaciones Exteriores, Alexandra Hill, durante un recorrido a esta zona del país, junto al representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Diego Recalde; así como el jefe de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Nicola Graviano, y la directora de la Escuela Nacional de Agricultura, Odette Marie Varela.

Imagen

Al conocer los resultados de la iniciativa RECLIMA, que está enfocada en la resiliencia ante el cambio climático, la canciller de la República, quien gestionó este proyecto para nuestro país ante la FAO, manifestó su satisfacción por las transformaciones de vida de tantas familias, especialmente, gracias a la diversificación agrícola a partir de la producción de legumbres, hortalizas, frutas, tilapia, aves, entre otros.

“Todos ellos, tradicionalmente, centraban su producción en granos básicos, pero ahora están en proceso de diversificación, producción y uso de abono orgánico, así como la comercialización de todos sus productos. Todos los resultados van en línea con las prioridades del Presidente Bukele y son respaldados por socios como la FAO”, destacó la jefa de la diplomacia salvadoreña.

Imagen

De igual manera, resaltó que estas opciones de vida permiten, a su vez, minimizar los impactos de la migración irregular. “Con ello no solo se incrementa el sentido de pertenencia y arraigo en sus lugares de origen, sino que permite darles otras posibilidades de vida y convertirse en multiplicadores de estas técnicas agrícolas. Todos estos beneficios redundan en que la gente se quede en patria”, añadió.

Dicha sostenibilidad y diversificación es destacada por los esposos, Marcelino y Digna Romero, originarios del cantón San Sebastián de Nueva Guadalupe, San Miguel, quienes cuentan con una parcela en donde se aplican prácticas sostenibles.

Imagen

Gracias a ello, han logrado cosechar tomates, fruta, madrecacao, aceituno, entre otros. Así como la instalación de reservorio de agua, aplicación de abono orgánico, producción de tilapia, y crianza de aves y cabras. “Trabajamos todo orgánico para prevenir enfermedades; para que la producción sea mejor, nada de químicos, todo orgánico porque la salud es lo más importante”, señaló don Marcelino, quien en una manzana de terreno cuenta con más 240 plantas que son regadas con técnicas sostenibles.

Respecto al apoyo otorgado por la FAO, así como de otras entidades estatales, don Marcelino señala que ha sido clave para el éxito de su proyecto, que ha pasado de ser una agricultura de subsistencia a una producción para consumo y de comercialización. “Tenemos tomate, chile, pepino, ejote, zapote, marañón, árbol de pan y otros. Y con todos mis hijos, que son 10 y 18 nietos, hacemos este trabajo para consumir nosotros y para vender”, sintetizó Digna Romero.

Imagen

Similar proyecto agrícola mantiene Eusebio Portillo, habitante de Nueva Guadalupe, quien, junto a su hermana Vilma, produce tomate y chile verde. “Con esto podemos salir adelante con los alimentos y con lo que se vende compramos para nuestras medicinas y lo que necesitamos en la casa”, subrayó Portillo quien, además, replica estos conocimientos a 37 productores de la zona.

Imagen

Con todas las metodologías aplicadas, don Eusebio afirma que durante el año puede hacer tres cosechas.

Por ello, agradece a las entidades que acompañan este proyecto agrícola. Además, reconoce que con ello no es necesario migrar de manera irregular.

“Esto es un paso más que he dado. No es necesario irse, teniendo todo el espíritu de trabajar y con condiciones, no es necesario irse”, enfatizó.

Por su parte, el representante de FAO, Diego Recalde, dijo que todo este esfuerzo se suma del aporte de cada una de las entidades participantes y, por supuesto, de la capacidad de adaptación de las familias. “Cuando vine acá no había nada, pero estoy convencido de que este corredor seco lo podemos hacer un corredor verde y esto es un ejemplo de la coordinación institucional”, recalcó. Entre tanto, el representante de OIM, Nicola Graviano, también señaló que este proyecto abre oportunidades a las familias en sus mismos territorios.

Imagen

“Esta iniciativa permite reducir la migración irregular entre los jóvenes, entre las familias. Aquí se puede y hay posibilidades de desarrollo, por medio de actividades positivas y productivas, no es necesario migrar de manera irregular”, señaló el funcionario de OIM.

En este recorrido, también participó la encargada de proyectos para Oriente, Cecilia Martínez y funcionarios de OIM y del CENTA.